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Filohelenismo // Φιλελληνισμός

El cajón de sastre

THEATRUM NON DELENDUM EST

THEATRUM NON DELENDUM EST


Desde el blog FILOHELENISMO queremos manifestar nuestra preocupación por la noticia del desmantelamiento del teatro romano de Sagunt, pues consideramos que sería una gran pérdida para la difusión de la cultura clásica.

El teatro de Sagunt es un bien cultural en sí mismo que está cumpliendo actualmente con el cometido para el que fue diseñado, es decir, la representación de tragedias y comedias de autores griegos y romanos, gracias al Festival Juvenil de Teatro Grecolatino. Este certamen teatral está complementado por la realización de unos Talleres didácticos de cultura clásica, únicos en toda España.

Así pues, su “reversión” supondría la desaparición de estos LUDI SAGUNTINI, de los que pueden disfrutar alrededor de unos doce mil alumnos y profesores, desde hace doce años.

La actividad teatral ha sido el germen para la creación de grupos de trabajo, jornadas de cultura clásica y muchas otras actividades que tienen como objetivo primordial la divulgación del legado clásico, convirtiendo a Sagunt en un referente fundamental no sólo a nivel nacional sino más allá de nuestras fronteras. La paralización de las representaciones supondría un freno a esa labor que con tanto esfuerzo se ha venido desarrollando en los últimos años.
Durante la semana en la que se realizan los LUDI SAGUNTINI el pueblo se beneficia con la presencia de numerosas personas, no sólo estudiantes y profesorado, que demuestran que el espíritu clásico sigue vivo gracias a iniciativas como esta.

Por lo tanto, solicitamos que se mantenga el teatro en su actual condición para que no desaparezcan todos los logros conseguidos después de muchos años.

THEATRVM NON DELENDUM EST

Comunicamos que el próximo día 29 habrá una concentración delante del Ayuntamiento de Sagunt a las 19,00 h para solicitar la “no reversión”.

 

Monty Python: Alemania vs Grecia (Filosofía internacional)

Tal día como hoy, hace un año, nacía este blog. Gracias a él he podido aprender muchas cosas y aprender de mucha gente. Espero poder seguir haciéndolo en el futuro. Para celebrar este primer año en la red, os dejo con este vídeo de Monthy Python, para que nos divirtamos un ratejo. Va dedicado especialmente a todos aquellos que me han ayudado a crecer un poco más y a todos aquellos que siempre, de alguna forma, me han ayudado. Gracias por estar ahí Guiño

A todos... FELIZ AÑO NUEVO, 2008


¡Realmente divertido! Riendo

I help Greece

I help Greece

A través del blog Doceo et disco me he enterado de que hay una página web a través de la cual podemos aportar nuestras donaciones a los damnificados por los incendios en Grecia. Se ruega encarecidamente la difusión de esta web para que así quien quiera pueda aportar su ayuda a los griegos damnificados. Yo, desde aquí, también me sumo a su difusión. 

Si quieres ayudar, entra aquí: I help Greece Tiene disponibles varios idiomas, entre ellos el español.

Muchas gracias a todos aquellos que se animen a colaborar. 

Cuento sobre Empédocles

Les dejo con la lectura de un cuento que me hicieron llegar hace unos días sobre Empédocles de Agrigento. Pertenece al libro Vidas imaginarias de Marcel Schwob, un autor francés, en el cual también podemos leer otros cuentos sobre personajes del mundo grecolatino. Disfruten de su lectura:

 http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/fran/schwob/empedoc.htm

 

 

¿Qué es la esperanza?

¿Qué es la esperanza?

¿Qué es la esperanza? Es lo último que quedó en la caja de Pandora cuando ésta la cerró, tras escaparse de allí todos los males y expandirse contra la raza humana. Teniendo en cuenta que todo cuanto escapó de la cajita eran cosas negativas, ¿habría que pensar también en la esperanza como algo negativo? Tradicionalmente se ha venido pensando lo contrario. Así lo creía yo, que era algo positivo, hasta que un día en clase de griego (era aún en bachillerato) la profesora planteó el dilema y el tema quedó abierto. Es cierto que no tiene fácil respuesta. Desde entonces nunca he vuelto a tener una idea clara de lo que representa la esperanza para el ser humano. Como decía nuestra profesora, desde el momento en que tenemos esperanza es porque algo no va bien y esperamos que algo mejore, que algo salga bien… Si las cosas nos van bien no hace falta tener esperanza porque se entiende que entonces somos felices, ¿no? Luego el tener esperanza implica que algo no funciona bien. Sin embargo nos resulta necesaria en las dificultades porque sin ella nos hundimos, sin ella todo es negro y todo irrecuperable, insalvable; quizá simplemente podría tratarse de un soplo de aire fresco dentro de nuestras desgracias, un soplo que nos sigue dando vida para ayudarnos a ver las cosas con otro color más vivo y animado. En tal caso se trataría de un elemento positivo, pero… ¿qué hacía dentro de la caja de los males que Pandora abrió? ¿La consideraban los antiguos griegos un mal? ¿Una virtud acompañando a los males, tal vez?

 

Aristóteles la definía como el sueño del hombre despierto, pero para Platón era algo peor, pues la consideraba una insensata consejera. Para Sócrates “el alma necesita nutrirse de esperanza, igual que el estómago de alimento”; Eurípides decía: “El hombre superior es el que siempre es fiel a la esperanza”, Esquilo la definía como el alimento de los exiliados, pero en cambio Sófocles la responsabilizaba de la prolongación del sufrimiento humano. Dentro de la lírica arcaica encontramos una valoración negativa que nos ofrece Semónides de Amorgos, quien en unos de sus versos afirma: “Una pueril esperanza alimenta a todos los que aspiran a lo irrealizable”. Tales de Mileto piensa: “La esperanza es el único bien común a todos los hombres; los que lo han perdido todo, la poseen aún”. Menandro considera que en la adversidad el hombre es salvado por la esperanza. Quizás Demócrito juzgara oportuno guardar cierta medida de esperanza, ya que según él la naturaleza se basta a sí misma, por esto vence con menos y con lo seguro, las demasías de la esperanza. Teócrito afirma: “Mientras hay vida, hay esperanza”, quizá una de las expresiones más conocidas por todos. En el mundo latino encontramos a Séneca manifestando que las esperanzas se encadenan, o a Cicerón reiterando la idea ya transmitida por Teócrito: “Mientras al enfermo le dura la vida, le dura la esperanza”. En una expresión más poética, Ovidio nos cuenta: “La esperanza hace que agite el naúfrago sus brazos en medio de las aguas, aún cuando no vea tierra por ningún lado”. Con la llegada del cristianismo se popularizó la idea de la esperanza como algo bueno y necesario, aliada de la fe, amiga del ser humano. Es quizá la visión que predomina en nuestros días.

 

En la Grecia moderna, ya del siglo XX, encontramos un escritor que reflejó su desesperación en el título de una de sus obras: Se busca esperanza. Antonis Samarakis, autor de esta pequeña colección de relatos cortos (muy recomendable, por cierto), nos cuenta lo siguiente en la primera parte de su prólogo:

 

“En 1954, al tiempo que escribía los doce relatos de la colección Se busca Esperanza, mi primer intento de prosa narrativa, yo mismo era el que no tenía esperanza. En un mundo trágicamente absurdo y absurdamente trágico, estaba desnudo de esperanza y, sin embargo, paralelamente buscaba esperanza, anhelaba esperanza. Tenía hambre y sed de esperanza. Hoy, en 1990, han transcurrido treinta y seis años enteros y verdaderos, en un mundo igual o, quizá, todavía más trágico. ¿Acaso he dejado de ser una réplica de aquel Antonis de 1954? No. La lucha agónica por la esperanza es siempre el epicentro del acontecer humano. En cada rincón de nuestro planeta, y en el extremo occidental del Mediterráneo, en mi querida España, pero también en el extremo oriental, en mi querida patria, en Grecia”.

Extraído de la edición en español de Ediciones Clásicas, traducida por Elías Danelis y Alicia Villar.

El número siete en Grecia

El número siete en Grecia

Mi número favorito es el siete. Ya desde la antigüedad era muy importante. A muchos atrae su cierto carácter mágico; para los griegos el siete es la unidad universal, siete eran los sabios de Grecia (Bias de Priene, Cleóbulo de Lindos, Periandro de Corinto, Pítaco de Mitilene, Quilón de Esparta, Solón de Atenas y Tales de Mileto). Ellos fueron los responsables de determinadas máximas, como la de ΓΝΩΘΙ ΣΑΥΤΟΝ = Nosce te ipsum: "Conócete a ti mismo", preciosa frase que toda persona que no sepa reírse de sí misma debería tener en cuenta antes de reírse de los demás. Siete eran las maravillas del mundo antiguo, algunas de ellas de Grecia. Para más información sobre estas maravillas, les envío a http://www.lector.net/phymay00/siete.htm . Siete eran las cabezas que tenía la hidra de Lerna a la que hubo de matar Heracles para cumplir uno de sus doce trabajos. En la literatura griega tenemos a Los siete contra Tebas, obra trágica de Esquilo que recuerda un acontecimiento de la mitología que fue tratado por diversos autores. En la antigüedad griega el niño no iba a la escuela hasta que cumplía los siete años, y hasta entonces su madre y una nodriza cuidadan de él y lo educaban. Siete obras se nos conservan de Esquilo y siete de Sófocles (aunque bien es sabido que escribieron mucho más). El instrumento de Apolo, la lira, tenía siete cuerdas, una para cada una de las siete notas musicales. Y un importante elemento universal de todos los tiempos consta de siete colores: el arcoiris. Esperemos que podamos gozar todos nosotros de un mágico, como lo es este número, 2007.

Escenas que dejan huella

Escenas que dejan huella

Las dos imágenes que más me han impactado de una película de todas las que he visto nunca provienen ambas del cine griego. Una pertenece a Eleni, la primera parte de una trilogía del director griego Theo Angelopoulos. Una mujer rememora una escena de dos hermanos que se encuentran en el campo de batalla y se reúnen en un momento de calma a dialogar. Cuando se despiden observamos cómo cada uno parte hacia un lado diferente, ya que son de bandos enfrentados, dejando ver de un modo magistral el absurdo de las guerras y cualquier tipo de enfrentamiento armado. La escena ha sido dotada del suficiente tacto como para no dejar a nadie indiferente y resulta bastante impactante. La película tiene un ritmo lento (a veces demasiado para mi gusto) y presta mucha atención a los detalles, concediendo gran importancia a las imágenes. Está ambientada en 1919, momento en el que el Ejército Rojo entra en Odessa y se marchan los griegos que estaban allí refugiados hasta entonces. Alexis y Eleni son los protagonistas de esta dura historia, quienes se ven obligados a partir hacia Tesalónica. Se trata de poesía en estado puro, poesía convertida en cine (y más que eso, la triste historia de la Grecia de comienzos del siglo XX), y sin lugar a dudas de una obra maestra del cine universal.

Por otra parte, la otra imagen que más me ha impactado del cine proviene de una película llamada 1922 (Nikos Koundouros, 1978), basada en la novela El número 31.328, de Elías Venezis, un autor griego del siglo XX. Esta película es sin duda la más dura que he visto jamás, sobre todo porque todas las barbaridades y crueldades que en ella pude ver no eran una mera ficción sino que formaban parte de la historia de Grecia. El filme nos cuenta las dificultades que atraviesan los griegos exiliados de las costas del oeste de Anatolia, la destrucción y exterminio a los que se ven sometidos. El año 1922 es un año trágico para los griegos, que padecen la catástrofe de Asia Menor: pierden todos sus territorios de Asia Menor (que pasan a ser de Turquía) y son obligados a exiliarse. Partieron cientos de miles en una expedición y sólo sobrevivieron 31.328, como indica el nombre de la novela. Concretamente recuerdo una escena en la que los soldados turcos ponen un cubo de agua a disposición de los exiliados griegos, quienes van muertos de sed, y quien bebe es asesinado al instante en cuanto deja el cubo en el suelo a golpe de escopeta. Dos o tres más bebieron sabiendo que sería su último trago, y cuando nadie se ofrecía para hacerlo los soldados obligaban a uno de ellos a beber para después matarlo. Era todo espeluznante. Esta película fue proyectada como clausura del I Seminario de Literatura Neohelénica que se celebró en la Universidad Complutense de Madrid, el 16 de mayo de 2006. Teníamos entre nosotros a un familiar directo de una de las víctimas que al término de la proyección alzó la voz para decirnos: "Lo que habéis visto hoy en esta película es la pura verdad. Desgraciadamente tal como cuenta la película así fue la historia".