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Filohelenismo // Φιλελληνισμός

El cinismo

El cinismo

"¡Anda, no seas cínico!"

Si buscamos la palabra "cínico" en el diccionario de la RAE, nos encontramos con lo siguiente:

cínico, ca.

(Del lat. cynĭcus, y este del gr. κυνικός).

1. adj. Que muestra cinismo (desvergüenza). Mirada, alegría cínica. Apl. a pers., u. t. c. s.

2. adj. Impúdico, procaz.

3. adj. Se dice de cierta escuela que nació de la división de los discípulos de Sócrates, y de la cual fue fundador Antístenes, y Diógenes su más señalado representante. U. t. c. s.

4. adj. Perteneciente o relativo a esta escuela.

5. adj. desus. desaseado.

 

A partir de la primera definición, somos conducidos a esta segunda definición:

 

cinismo.

(Del lat. cynismus, y este del gr. κυνισμός).

1. m. Desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables.

2. m. Impudencia, obscenidad descarada.

3. m. Doctrina de los cínicos (pertenecientes a la escuela de los discípulos de Sócrates).

4. m. desus. Afectación de desaseo y grosería.

 

Como tantos otros términos de nuestra lengua, proviene del griego, claro;pero aún más allá de una mera cuestión lingüística, tenemos como trasfondo un contexto histórico muy determinado, que dio origen al término tal y como hoy lo conocemos.


El diccionario ya nos ha dado la pista principal: los cínicos pertenecían a una antigua escuela filosófica, y aunque la escuela del cinismo la fundó Antístenes, Diógenes se constituyó como su figura más destacada.


Pero ahondemos en esta cuestión, ¿quiénes fueron los cínicos? ¿Cuáles eran concretamente sus ideas y su filosofía de vida?


Las características principales de los cínicos eran el ascetismo y el énfasis en la suficiencia de la virtud para alcanzar la felicidad. Fueron muy conocidos también por su audacia en el discurso y el atrevimiento en sus acciones. Para lograr su meta necesitaban una exigente preparación y entrenamiento que fortaleciera su voluntad e imperturbabilidad del yo.


El perfil del cínico clásico se resume en la desvergüenza de sus actos y en su ejercicio de la libertad de expresión.


Fueron influidos pero también fueron influencia, ya que el filósofo que más les influyó fue Sócrates, y ellos a su vez influyeron a otra escuela filosófica del helenismo: el estoicismo.


Antístenes (que vivió en torno a las siguientes fechas: 445-360 a.C.) es considerado el fundador del cinismo. Se mostraba muy orgulloso de su fortuna, consciente de que aunque no poseía dinero, sabía sobrevivir en cualquier circunstancia. Es en este punto, por ejemplo, donde sigue el pensamiento socrático. Y además anticipa a los estoicos al considerar que la virtud, y nada más, es suficiente para la felicidad, pues la persona virtuosa es capaz de desenvolverse con propiedad en cualquier situación.


Otro punto en común con Sócrates es que ambos consideran que el alma es más importante que el cuerpo. Y a diferencia de los cínicos posteriores, ellos dos sí aceptaron el placer cuando éste se hallaba al alcance.


En cuanto a Diógenes de Sínope (400-325 a.C.) continuó la idea de prestar énfasis a la autosuficiencia y a la importancia del alma, llevando ya la indolencia ante el placer hacia el ascetismo.


Platón definió a Diógenes como un "Sócrates enloquecido".


Sentía un profundo rechazo ante las normas vigentes, que consideraba corruptas, e intentaba eliminarlas. Por tanto, adoptó la frase "¡Destruid las convenciones!". Se esforzó en reemplazar los hábitos adquiridos mediante la costumbre por los auténticos de la naturaleza (aquello que mínimamente necesitaba un ser humano y que no se lo proporcionaba la sociedad). Y fue en este momento cuando recibió el nombre de "cínico", que procede de la voz griega κύων (kýon = perro), ya que se mostraba tan desvergonzado como un perro.


Se nos cuenta de él que un día llevaba consigo una lámpara para ver si así lograba hallar un hombre honesto (simbolizando de esta forma la corrupción presente en la sociedad de su época).


Diógenes siempre prefirió expresarse mediante la acción, el comportamiento y las elecciones concretas, más que mediante textos escritos.


Otra anécdota muy conocida sobre él es la siguiente: Un día que se encontraba tomando el sol, Alejandro le preguntó: "Pídeme lo que quieras". A lo que Diógenes respondió: "Apártate y déjame mi sol".


En otra ocasión, pidió a cierto individuo que le procurase un lugar donde alojarse. Como éste demoraba su respuesta, Diógenes escogió un tonel como habitación. Y si en verano se revolcaba en la arena caliente, durante el invierno se abrazaba a las estatuas cubiertas de nieve, buscando siempre acostumbrarse a las dificultades.


Y el más famoso de los sucesores de Diógenes fue Crates, un ciudadano beocio de Tebas, que renunció a su fortuna para convertirse en cínico. Parece ser que en vida gozó de mayor favor incluso que el propio Diógenes. Llegó a ser considerado como un bien doméstico para muchos ciudadanos.


Obtuvo matrimonio con Hiparquia, quien también se convirtió al cinismo y que, ante los reproches de su familia, replicó que era mejor educarse a sí misma que trabajar con un telar.


También Crates hizo hincapié en la idea de la felicidad como autosuficiente y que era necesario el ascetismo para alcanzar la autosuficiencia. Consideraba que nadie podría ser feliz si se intenta hallar un equilibrio entre el placer y el dolor, puesto que en cada etapa de nuestra vida siempre hay un predominio del dolor frente al placer.


Con todo esto se podría considerar que el cinismo antiguo fue más una actitud ante la vida que una doctrina o cuerpo de ideas.

 

Aunque Diógenes no fue muy amigo de la escritura, otros cínicos posteriores, como Crates y Menipo de Gadara fueron autores de un género mixto seriocómico (σπουδαιογελοῖος), innovaciones literarias surgidas en el seno del cinismo, y que llegaron más allá, ya que otros autores latinos profundizaron en ese género, como Varrón y Luciano.

 

El cinismo continuó estando activo durante el siglo III a.C. volviendo a tener alguna importancia durante el siglo II d.C. tras un aparente declive. Sin embargo, no nos dejemos engañar, no ha dejado desde aquellos tiempo de la Antigua Grecia, de tener influencia en la historia del pensamiento.

 

Bibliografía consultada:

 

- AUDI, Robert. Diccionario de Filosofía, Ediciones Akal, 2004

 

- MUÑOZ, Jacobo. Diccionario Espasa Filosofía, Espasa Calpe, Madrid, 2003

 

- V.V.A.A. Atlas universal de filosofía, Editorial Océano, 2006

 



Kaneis (Mijalis Hatziyannis)

Κανείς //   Nadie             Μιχάλης Χατζηγιάννης // Mijalis Hatziyannis

Κανείς δε ζει μαζί μου
Μετράω τη δύναμή μου
Και ποια πες μου ποια σχέση
Μπορεί να με χωρέσει
Μετράω τους έρωτές μου
Και ποιος άξιζε πες μου
Με ποιον έγινα ένα
Για ποιον έχασα εμένα
Κανείς κι ήρθανε τόσοι
Κανείς δε μ’ έχει νιώσει
Εσύ ήσουν μονάχα
Αυτό που ακόμα θα’χα

Για ποιον έζησα;
Για ποιον πέθανα;
Για ποιον έφυγα;
Για ποιον έμεινα;
Για ποιον τέλειωσα;
Για ποιον άρχισα;
Για ποιον πρόλαβα;
Για ποιον άργησα;

Nadie vive conmigo.

Mido mi fuerza,

y qué, dime, qué relación

puede tenerme inquieto.

Cuento mis amores,

y quién valía la pena, dime,

con quién he sido uno.

Por quién me he perdido a mí mismo,

Nadie, y llegaron tantos,

nadie me ha sentido.

Sólo estabas tú,

eso que todavía tendría.

 

¿Por quién he vivido?

¿Por quién he muerto?

¿Por quién me he ido?

¿Por quién me he quedado?

¿Por quién he terminado?

¿Por quién he empezado?

¿Por quién he llegado a tiempo?

¿Por quién he llegado tarde?

Ideas de Hipócrates

Ideas de Hipócrates

Considerado como el padre de la medicina, Hipócrates, natural de la isla de Cos, vivió entre los siglos V y IV a.C. Fue todo un médico ejemplar, y entre sus labores más destacadas hay que decir que desterró la peste que asolaba Atenas a comienzos de la Guerra del Peloponeso. Muy célebre llegó a ser entre los griegos por su eficacia y buen trabajo, aunque él mismo reconoce, dejando constancia por escrito, alguno de sus errores. Dejándolo registrado podía evitar que otros médicos, en el futuro, volvieran a cometer un mismo error.

Consideraba que en el cuerpo humano fluían unos humores líquidos, cuyo desequilibrio era el origen de las enfermedades y dolencias humanas (la sangre, la flema, la bilis amarilla y la bilis negra, o melancolía). Esta teoría dominó el panorama científico durante siglos, aunque hoy ya está descartada.

Más allá de ser un excelente médico, fue una persona sencilla sin grandes ambiciones, con gran apego a su tierra. El rey Artajerjes le ofreció reiteradamente que prestase servicio en su corte a cambio de grandes sumas y beneficios. Hipócrates se negaba, no quería trabajar con extraños, sino servir a su patria. Artajerjes quiso que le entregaran a Hipócrates, pero la ciudad se negó.

Hipócrates es el autor, claro, del Juramento Hipócratico: ese juramento que aún deben pronunciar y guardar los titulados de Medicina de nuestros días. Es bastante probable que en más de una consulta médica nos encontremos sus dictados sobre la pared:

  1. Juro por Apolo Médico, Esculapio, Higea, Panacea y demás dioses y diosas, puestos por testigos, cumplir, en todo cuanto yo pueda y sepa, este es mi juramento verbal y escrito.
  2. Consideraré ante todo a mi maestro en el Arte como a mis propios padres; haré vida común con él; le daré lo que me pidiere; tendré a sus hijos varones por hermanos y les enseñaré el Arte, si desearen aprenderlo, instruyéndoles sin remuneración alguna inmediata ni ulterior; transmitiré, además, las enseñanzas escritas y orales y todas las restantes, no sólo a mis hijos y a los de mis maestro, sino también a los alumnos matriculados y juramentados según regla médica; pero a nadie más.
  3. Para el tratamiento me inspiraré en el bien de los enfermos, en lo que yo pueda y sepa; jamás en daño suyo ni con mala intención.
  4. A nadie que me pidiere mortífero veneno se lo daré; ni aconsejaré su uso; tampoco administraré abortivo a mujer alguna.
  5. Pura y santamente viviré y ejerceré mi arte.
  6. No cortaré (tallaré, mutilaré), ni tan siquiera, por cierto, a los calculosos, dejando este negocio a menestrales de oficio.
  7. En cuantas casas yo entrare, harélo para el bien de los enfermos, absteniéndome de caer en injusticia involuntaria y corrupción, por ningún concepto ni por actos libidinosos con mujeres o con hombres, así libres como esclavos. 
  8. Lo que acaso en el ejercicio de la profesión, y aún fuera de ésta, viere u oyera acerca de la vida de las personas, y que no deba alguna vez ser revelado, callaré, considerándolo secreto.
  9. Ahora bien; si cumplo este mi juramento en toda su integridad, válgame ello para gozar de la vida, y alcanzar, como médico, perpetua celebración en la memoria de los hombres; más, al transgresor y perjuro, avéngale lo contrario.

Según parece, a Hipócrates le fue muy bien: recogió el fruto de su saber y puso en práctica sus conocimientos sobre la salud y la vida. Vivió más de cien años, sano de cuerpo y mente, una longevidad bastante inusual para su época.

A continuación veremos algunas de sus ideas:

"Que la comida sea tu alimento y el alimento tu medicina."

"Ni la sociedad, ni el hombre, ni ninguna otra cosa deben sobrepasar para ser buenos los límites establecidos por la naturaleza."

"Hay una circulación común, una respiración común. Todas las cosas están relacionadas."

"Los jóvenes de hoy no parecen tener respeto alguno por el pasado ni esperanza ninguna para lo porvenir."

"La guerra es la mejor escuela del cirujano."

"La naturaleza obra sin maestros."

"Las fuerzas naturales que se encuentran dentro de nosotros son las que verdaderamente curan las enfermedades."

"El vino es una cosa maravillosamente apropiada para el hombre si, en tanto en la salud como en la enfermedad, se administra con tino y justa medida."

"La vida es breve, el arte largo, la ocasión fugaz, el experimento peligroso, el juicio difícil".

Negación, por Eleni Tzoka

Estos versos de Yorgos Seferis se han popularizado gracias a la forma de canción que en su día Mikis Thedorakis le dio. Su título es Negación (Άρνηση) y ahora forma parte de las más tradicionales canciones griegas. La interpretación original corría a cargo de Grigoris Bithikotsis, aunque son numerosos los intérpretes que le han puesto su voz a estos versos de Seferis. Tras indagar un buen rato por las sendas del YouTube he elegido esta versión, que me ha parecido la mejor en cuanto a su calidad de sonido. Podría haber sido el propio Bithikotsis, podría haber sido María Farantouri, u otros tantos... pero en este vídeo disfrutaremos de la voz de Eleni Tzoka, una célebre cantante polaca descendiente de familia griega, que lo hace también de maravilla.

Άρνηση //  Negación

Στο περιγιάλι το κρυφό
κι άσπρο σαν περιστέρι
διψάσαμε το μεσημέρι
μα το νερό γλυφό.

Πάνω στην άμμο την ξανθή
γράψαμε τ’ όνομά της.
Ωραία που φύσηξεν ο μπάτης
και σβήστηκε η γραφή.

Με τι καρδιά, με τι πνοή
τι πόθους και τι πάθος
πήραμε τη ζωή μας λάθος!
Κι αλλάξαμε ζωή.

En la escondida orilla

blanca como una paloma,

hemos pasado sed al mediodía

pero el agua era salada.

 

Sobre la dorada arena

hemos escrito su nombre.

Qué bien que la brisa ha soplado

y la escritura se ha borrado.

 

Con qué corazón, con qué aliento,

qué deseos y qué pasión

hemos tomado nuestra vida, ¡error!,

y hemos cambiado de vida.

Introducción a Aristóteles

¡Feliz 2011!

Decía Aristóteles que "la esperanza es el sueño del hombre despierto". Hoy me apetecía rescatar este pensamiento del filósofo griego para felicitar el año a los lectores del blog.

Que no perdamos la esperanza para avanzar hacia mejores horizontes, que lleguen tiempos más prósperos, que este mundo vaya curando sus heridas.

Que estemos despiertos para poner de nuestra parte en que todo mejore cuanto pueda, hacen falta muchas manos para las grandes empresas.

Los sueños de la vigilia son también necesarios y nuestra evolución en la naturaleza no sólo una necesidad, sino una norma de la naturaleza.

Que por imposibles que parezcan ciertos sueños, nunca hay que rendirse.

Mantengamos la esperanza como el motor que nos impulsa hacia gratos destinos.

Que poco a poco se vayan cumpliendo (al menos en parte, al menos algunos)  nuestros sueños y proyectos. Que el nuevo año 2011 nos ayude y reparta buena suerte.

FELIZ AÑO 2011

El gato inteligente

El gato inteligente

Érase una vez un gato muy inteligente que vivía en una casa. Pero el dueño del gato no tenía trabajo y estaba muy apenado. Así que un día el gato le dijo:

- ¿Sabes lo que he pensado, dueño? Voy a ir a pedirle al rey que su hija se case contigo.

El dueño, a pesar de que se hallaba afligido, se rio y le dijo bromeando:

- ¡No vas a ir! ¡Haz lo que quieras, gato!

Entonces el gato se puso en camino y fue a ver al rey.

En el camino por el que iba se encontró con una bandada de perdices.

- ¿Adónde vas, gato, que incluso vas moviendo tu cola? - le preguntaron las perdices.

- Voy a solicitar la mano de la hija del rey, para que sea la esposa de mi dueño. Si queréis, venid conmigo. El rey tendrá en sus eras mucho trigo y podréis comer cuanto queráis.

Las palabras del gato gustaron a las perdices. Así que todas se reunieron y lo siguieron por detrás. Van más hacia abajo y se encuentran con un conjunto de liebres. Estas se detuvieron y preguntaron al gato:

- ¿Adónde vas, gato, que llevas a tantas perdices contigo?

- Voy a solicitar la mano de la hija del rey, para que sea la esposa de mi dueño. Si queréis, venid conmigo. Las huertas del rey estarán llenas de verduras y podréis comer cuanto queráis.

Y a las liebres gustaron las palabras del gato.

Se reunieron todas y le siguieron.

En cuanto llegaron al palacio del rey, el gato entra dentro y pide la mano de la princesa para su dueño.

Como el rey vio a tantas perdices y a tantas liebres, pensó lo siguiente para sí: "Este debe de ser alguien rico, puesto que tiene tantas liebres y tantas perdices".

 Y le dijo al gato:

- Ve, gato, y dile a tu dueño que venga a tomar a mi hija como esposa.

Enseguida se marcha el gato contento y va adonde está su dueño:

- Prepárate, dueño, rápido. Te están esperando en palacio.

Se fue el dueño al palacio. Y una vez que el rey vio que era tan buen muchacho, le entregó a la princesa como su esposa, y vivieron bien, y el gato aún mejor.


Arvanitaki - El último viaje

Το τελευταίο ταξίδι //  El último viaje

Καλό ταξίδι, αλαργινό καράβι μου, στου απείρου
και στης νυχτός την αγκαλιά, με τα χρυσά σου φώτα!
Να ’μουν στην πλώρη σου ’ηθελα, για να κοιτάζω πίσω
για να κοιτάζω να περνούν τα όνειρα τα πρώτα.

Η τρικυμία στο πέλαγος και στη ζωή να παύει,
μακριά μαζί σου φεύγοντας πέτρα να ρίχνω πίσω,
να μου λικνίζεις την αιώνια θλίψη μου, καράβι,
δίχως να ξέρω που με πας και δίχως να γυρίσω!

¡Buen viaje, mi lejano barco, en el regazo

de lo indefinido y de la noche, con tus luces doradas!

Quisiera poder estar en tu proa, para mirar atrás,

para mirar cómo pasan los primeros sueños.

 

La tempestad en el mar y en la vida ojalá que cesen,

marchándome lejos contigo podría yo arrojar una piedra atrás,

ojalá que acunes mi eterna tristeza, barco,

sin saber adónde me llevas y sin regresar.

 

Y estos son los versos de Kostas Karyotakis que dan cierre al álbum Γρήγορα η ώρα πέρασε. Y con esta creo haber terminado de traducir todas las canciones del disco. Que disfrutéis mucho de la canción... y del disco entero.

Haré una pequeña recopilación...

Título del disco: Γρήγορα η ώρα πέρασε // Rápidamente ha pasado el tiempo

Compositor: Nikos Xydakis

Intérpretes: Eleftheria Arvanitaki y Nikos Xydakis

Año: 2006

A continuación muestro las canciones del disco traducidas, para tenerlas disponibles en un único artículo del blog, mediante enlaces. Entre paréntesis aparece el autor de los versos (si aparecen dos nombres, el primero corresponde al griego clásico y el segundo a su traducción al griego moderno, que es la que aparece en el disco y en la que yo me he basado para las traducciones al castellano):

Αθάνατη Αφροδίτη // Inmortal Afrodita   (Safo/Elytis)

Θεός μου φαίνεται // Me parece como un dios.  (Safo/Elytis)

Ο Άδωνης // Adonis   (Safo/Elytis)    

Πολλές φορές //  Muchas veces    (Safo/Elytis)

Οσ΄ άστρα γύρω βρίσκονται //  Cuantos astros se hallan alrededor  (Safo/Elytis)

Να ΄χα πεθάνει // Ojalá hubiera muerto   (Safo/Elytis)

Πυρετός κρυφός // Fiebre oculta  (Safo/Elytis)

Τι θέλω τι // Qué quiero, qué    (Safo/Elytis)

Γρήγορα η ώρα πέρασε // Rápidamente ha pasado el tiempo  (Safo/Elytis)

Αφροδίτη // Afrodita  (Eurípides/Myris)

Ιλισός //  Iliso  (Dionisis Kapsalis)

Ηριδανός // Erídano   (Dionisis Kapsalis)

Είναι πολύ νωρίς // Es muy pronto   (Dionisis Kapsalis)

Το τελευταίο ταξίδι // El último viaje   (Kostas Karyotakis)